
COLUMNISTAS
¿POR QUÉ LAS MUJERES INVERTIMOS MENOS (Y POR QUÉ DEBERÍAMOS INVERTIR MÁS)?
POR ROMINA CAPETILLO
29 de mayo de 2025
La verdad es que nosotras, las mujeres, muchas veces quedamos fuera del mundo de las inversiones. ¿Por qué? Porque históricamente las finanzas han sido terreno masculino y el rol que nos enseñaron de manera consciente e inconsciente, es que si nos vamos a meter en las finanzas entonces tiene que ser en la gestión del dinero.
Nos enseñaron a “ahorrar” por si acaso, pero no a hacer crecer nuestro dinero. Porque nos da miedo perder lo que con mucho esfuerzo hemos logrado ahorrar y creemos que ese tema es solo para gente que sabe mucho o porque todo está en un lenguaje muy técnico.
Pero no es que no podamos. ¡Claro que podemos! Invertir no es tan difícil como se piensa y debería ser parte de nuestra vida cotidiana, así como cuidamos la casa, los hijos o el trabajo.
¿Sabías que vivimos más que los hombres?, ¿Que muchas veces ganamos menos, pero igual sostenemos a nuestras familias?, ¿Qué nuestras pensiones son más bajas? ¿Y que, si no aprendemos a invertir, vamos a depender siempre del trabajo o de alguien más?
Cuando pensamos en invertir, muchas veces imaginamos cifras enormes, trajes formales y conversaciones que parecen ajenas a nuestra realidad cotidiana. Pero invertir no es solo para quienes ya tienen mucho dinero. Invertir es, sobre todo, un acto de amor propio, de conciencia y de planificación. Es reconocer que nuestros sueños valen, que merecen espacio y recursos para crecer.
Invertir es tener libertad. La libertad de elegir cómo vivimos, qué compramos, a qué decimos sí, y, sobre todo, a qué decimos no.
¡Cambia la visión de las cosas!, el ahorro no es restricción, es poder. Es una herramienta silenciosa que, con el tiempo, construye una base sólida para el futuro que deseamos. Y no se trata de ahorrar lo que sobra —porque seamos honestas, casi nunca sobra— sino de priorizar desde el inicio. Guardar un poco hoy puede hacer una gran diferencia mañana.
Invertir es dejar que el tiempo trabaje para ti. Las decisiones que tomamos hoy, por pequeñas que parezcan, pueden tener un enorme impacto si les damos espacio para crecer. Desde una cuenta de ahorro hasta un fondo de inversión, cada paso cuenta.
No necesitas ser experta ni tener millones para comenzar. Y sí, podemos partir con poco, pero decídete, fíjate una meta mensual, aunque sea de $10.000.
Así que dejemos de postergar lo que merecemos. Invertir es cuidarnos. Es empoderarnos. Es mirar más allá del mes a mes y pensar en todo lo que podemos lograr si nos atrevemos a dar el primer paso para concretar nuestros sueños y propósitos.