
COLUMNISTAS
BÁSICOS ETERNOS: EL ARTE DE VESTIR LO SIMPLE
POR MARTINA BRUCE
04 de junio de 2025
En un mundo saturado de tendencias pasajeras y estímulos constantes, los básicos han encontrado un nuevo protagonismo. Piezas sencillas y versátiles, como la camisa blanca, el pantalón negro o un abrigo neutro, son la opción perfecta para quienes buscan autenticidad y comodidad en su estilo diario. Este renacer no es solo un deseo de sobriedad: también refleja una necesidad de volver a lo esencial, de conectar con lo que realmente importa.
Durante mucho tiempo, la moda ha sido vista como un escape para la innovación y la creatividad. Sin embargo, entre tanto ruido, surge la certeza de que la verdadera elegancia no reside en el exceso, sino en la coherencia. Los básicos ofrecen precisamente eso: una base confiable y duradera, capaz de acompañar distintos momentos de la vida y de expresar personalidad sin esfuerzo.
Más allá de la estética, elegir lo simple puede ser también una forma de escucharnos. El minimalismo que proponen estas prendas nos permite detenernos un instante y pensar qué es lo que de verdad nos hace sentir bien. En un entorno que insiste en la novedad constante, la permanencia de lo sencillo actúa como un respiro. Son prendas que no necesitan competir para brillar, pero que tienen un poder silencioso para transformar un look.
Las pasarelas lo confirman. Marcas como The Row, Lemaire o COS reinterpretan los básicos con cortes precisos, tejidos nobles y una paleta que transmite calma. Incluso casas históricas como Dior o Hermès encuentran en la sobriedad la mejor forma de resaltar su maestría. Esta vuelta a lo esencial no solo valora la calidad y la atemporalidad, sino que también redefine la relación con la ropa como un gesto de respeto y cuidado.
Invertir en un buen básico no es un lujo innecesario. Un pantalón bien cortado o un abrigo de lana con buena construcción pueden acompañarnos durante años, adaptándose a distintas etapas de la vida y recordándonos que el estilo no depende de cuántas prendas tenemos, sino de cuáles nos hacen sentir bien.
Además, apostar por los básicos es también una forma de consumir de manera más consciente. Alejarse de las microtendencias nos ayuda a valorar lo duradero, lo que se puede usar de mil maneras. Al final, menos es más porque nos permite construir un closet que nos representa de verdad y que no pasa de moda.
Volver a lo esencial no significa dejar de lado la creatividad. Al contrario, es la oportunidad de redescubrir la fuerza de lo discreto. En un mundo donde todo parece gritar para llamar la atención, los básicos nos enseñan que, muchas veces, lo más impactante no es lo que más brilla, sino lo que mejor complementa.