En algún punto de nuestras vidas, muchas mujeres nos enfrentamos a esta pregunta: ¿nos casamos por la persona o por el momento?

A veces creemos que el amor lo puede todo, pero lo cierto es que una relación duradera necesita más que emociones intensas, requiere disposición a crecer, madurez emocional y compromiso real.

Según Psychology Today, una pareja sólida se construye cuando ambos están dispuestos a dedicarse tiempo, aceptar sus diferencias y evolucionar juntos. Y eso solo es posible cuando cada uno está dispuesto a hacerlo.

Porque no es lo mismo amar desde la necesidad que desde la plenitud. No basta con tener a “la persona indicada” si una no está lista. A veces estamos cerrando ciclos, reencontrándonos con nosotras mismas o simplemente no queremos comprometernos aún.

En la decisión de comprometernos puede influir, tanto el momento en el que nos encontramos, como la persona con la que estamos. Tal vez tu entorno te dice que “ya es hora”, o ves a todas tus amigas casadas. O tal vez vienes saliendo de una relación larga y te preguntas si ahora sí estás lista para volver a empezar.

Lo importante es reflexionar y preguntarnos, abstrayéndonos de la presión social, edad y expectativas externas ¿seguiría eligiendo a esa persona?, ¿Es con quien quiero estar el resto de mi vida?, ¿Proyecto mis sueños y anhelos en su compañía?

Casarse no debería ser una certeza interior. Porque el amor para que sea duradero necesita verdad, conexión y un deseo genuino de estar con tu pareja.