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ECONOMÍA & FINANZAS
PROTAGONISTAS DEL CONSUMO: MUJERES A LA CABEZA DE LAS DECISIONES DE COMPRA
POR PAULINA MONET
02 de junio de 2025
¿Sabías que cerca del 90% de las decisiones de compra cotidianas son tomadas por mujeres?
Su influencia va mucho más allá del supermercado. Desde la vivienda hasta las inversiones, las mujeres estamos liderando decisiones clave que antes se creían lejanas. No solo decidimos qué entra a la casa: decidimos cómo se vive en ella, qué herramientas usamos para avanzar y qué marcas nos representan.
Según Deloitte, las mujeres influyen en el 90% de las decisiones de compra del hogar (fuente: Mediabanco). Y no solo en lo cotidiano: también marcamos pauta en bienes durables, tecnología y productos financieros. Nuestro rol redefine el consumo desde una mirada más consciente, informada y conectada.
VIVIENDA: PROTAGONISTAS DE LA DECISIÓN MÁS IMPORTANTE
¡Seguramente fuiste tú quien eligió la casa! Y no es casualidad. Las mujeres somos quienes definimos cómo y dónde queremos vivir. Según Lacooop, el 80% de las decisiones de compra de vivienda son tomadas por mujeres, especialmente aquellas en torno a los 34 años que buscan su primera propiedad.
Elegir dónde vivir no es solo una decisión práctica. Es una elección sobre cómo queremos vivir, qué entorno nos da paz, qué vistas queremos cada mañana y cómo compartimos nuestros días con quienes más amamos. Es proyectar cómo crecerán nuestros hijos, cómo recibimos a quienes queremos y qué espacio refleja lo que realmente valoramos.
Y cuando pensamos en una segunda vivienda, la búsqueda no cambia: queremos la comodidad de nuestra casa, pero en la playa, el lago o donde podamos bajar el ritmo, estar presentes, compartir con los niños, con amigas, con familia, y disfrutar de esos momentos que valen de verdad.
Es una extensión de lo que ya construimos, pero con la libertad de vivirlo a nuestro ritmo.
AUTO: LO QUE MANEJAMSOS. ESTILO Y EFICIENCIA
Nos encantan los autos. Amamos los SUV, los descapotables y los modelos con diseño único. Pero no se trata solo de cómo se ven, sino de cómo se adaptan a nuestro estilo de vida, a la etapa en la que estamos y a lo que realmente importa: solteras, madres, profesionales, viajeras… cada mujer con su propia ruta.
Valoramos la tecnología porque nos entrega seguridad, eficiencia y comodidad. Nos fascina el olor a auto nuevo, y como estamos en constante evolución, cambiar de modelo es casi parte de nuestra esencia. Trabajamos duro, planificamos, y cuando lo decidimos, lo hacemos posible.
Según El Mostrador (2023), el 42% de las compras de autos nuevos en Chile fueron realizadas por mujeres, y esa cifra no para de crecer.
Hoy no elegimos un auto solo por diseño. Elegimos uno que acompañe nuestra libertad, nuestro ritmo, nuestros planes. Porque un auto no es solo un medio de transporte: es parte de cómo nos movemos por la vida.
TECNOLOGÍA: LO QUE REALMENTE IMPORTANTE
¿El mejor celular o la mejor foto? ¿La cámara más potente o la que realmente nos representa? Elegimos tecnología que se alinee con nuestra vida, nuestro ritmo y nuestras prioridades.
Según GfK, el 52% de las compras de dispositivos electrónicos personales en América Latina fueron decididas por mujeres. Buscamos funcionalidad, diseño, eficiencia y conectividad. Queremos herramientas que nos acompañen, no que nos limiten.
Un estudio publicado en ResearchGate reveló que el 75% de las consumidoras considera la marca del equipo anterior como factor determinante en su próxima elección, y que los atributos más valorados son la innovación y el rendimiento.
Y así como buscamos belleza y utilidad, también queremos marcas que comprendan algo más profundo: que detrás de cada compra hay una historia en movimiento. Y que la tecnología, en nuestras manos, se convierte en nuestro mejor aliado.
NUESTRA DECISIÓN
Desde la elección del auto hasta la cámara que llevamos en la cartera, las mujeres somos protagonistas del consumo con criterio, visión y sensibilidad. No se trata de comprar por comprar, sino de elegir con sentido. Hoy queremos saber qué hay detrás de una marca, cuál es su propósito, qué representa y —sobre todo— que no se quede solo en el discurso, sino que conecte con lo que realmente necesitamos como consumidoras.