
Foto: AdobeStock
VIDA & ESTILO
TU PRIMER TRABAJO: DESAFÍOS REALES, APRENDIZAJES QUE MARCAN
POR PAULINA MONET
27 de mayo de 2025
Empezar tu primer trabajo puede ser tan emocionante como abrumador. Más allá del entusiasmo inicial, también llegan los desafíos reales: adaptarte a un equipo, cumplir expectativas, equivocarte, aprender… crecer.
Y sí, ojalá todo fuera color de rosa, pero si lo fuera, no habría espacio para tu desarrollo personal ni profesional.
En palabras de la psicóloga y escritora chilena Eugenia Weinstein, “la madurez profesional también se construye enfrentando frustraciones, adaptándose a contextos nuevos y sosteniendo procesos que no siempre serán cómodos” (Parejas (Im)Perfectas).
1. NO OLVIDES POR QUÉ TE CONTRATARON
¿Te contrataron por tu creatividad? ¿Por tu buena redacción? ¿Por tu perfil estratégico? Entonces, asegúrate de que eso esté pasando.
El mejor consejo en tu primer trabajo es que revises con honestidad las funciones para las que entraste y, desde ahí, hagas visible tu aporte real con entregables concretos y medibles.
Haz que tu trabajo se note, no solo que se intuya.
2. ¿ERES PROACTIVA? DEMUÉSTRALO

Foto: AdobeStock
Muchos currículums dicen “proactiva, con excelente disposición y ganas de aprender”, pero la pregunta es: ¿lo estás demostrando?
Levantar la mano para un proyecto, anticiparte a una tarea o buscar soluciones (en vez de solo reportar el problema), es lo que marca la diferencia entre una colaboradora que cumple y una que crece.
3. LA INCOMODIDAD TAMBIÉN ENSEÑA
Si a la primera diferencia, corrección o molestia quieres renunciar… es probable que aún no estés lista para crecer.
La incomodidad no es un enemigo: es parte del proceso. La psicóloga Eugenia Weinstein destaca que “la tolerancia a la frustración es difícil, porque hay un mensaje de que se debe avanzar rápido y alcanzar el éxito”
Y si no te sientes cómoda con algo, exprésalo con claridad, pero con respeto. Recuerda: ser profesional no es solo hacer bien tu trabajo, también es saber relacionarte.
4. SI NO ES TU LUGAR, QUÉDATE AL MENOS UN AÑO
Es válido descubrir que ese lugar no es para ti. Pero si te vas antes de cumplir un año —sin una razón de fuerza mayor—, eso podría hablar más de tu inmadurez laboral que del puesto en sí.
Las consultoras de RR.HH. lo dicen claro: menos de 12 meses en un trabajo sin explicación sólida es una alerta para futuros reclutadores.
Quédate lo suficiente para aprender, para dejar algo hecho, y para irte en buenos términos. Tu carrera recién comienza y tu reputación también se construye paso a paso.
5. ATRÉVETE A EQUIVOCARTE (PERO A MEJORAR TAMBIÉN)
Todos nos equivocamos. Lo importante es qué haces con ese error. Lo niegas, lo escondes, culpas a otro… ¿o lo enfrentas y aprendes?
Tus primeros trabajos no serán perfectos, y tú tampoco. Pero si te atreves a asumir con humildad y empuje, vas a crecer más de lo que imaginas.